11 de enero 2025, 10:00hs
Carmen Palomino
“Es algo muy lindo llegar a competir en otras ciudades representando a Comodoro en el kickboxing con mi club”, dice Evelyn, reflejando la emoción que siente cada vez que sube al ring, una experiencia única que comparte con sus compañeros de equipo. Ese apoyo incondicional, se ha convertido en una parte fundamental de su vida. “Después de pelear, el abrazo y la sonrisa de mis compañeros me hacen sentir muy acompañada”, confiesa.
Pero las competencias no son fáciles, y mucho menos cuando se trata de enfrentarse a uno mismo. Para Evelyn, el camino hacia el ring es un proceso que exige disciplina y esfuerzo constante. Entrena entre 4 y 4 horas y media diarias, con dobles turnos y una estricta rutina que incluye cuidarse con la alimentación y el descanso. Cada pelea es distinta, y cada entrenamiento está diseñado para mejorar su rendimiento según lo que necesite para esa ocasión.
A pesar de las presiones, Evelyn sigue adelante con fuerza y determinación. En su primer torneo, los nervios la invadieron, y el nudo en la garganta era inevitable. “Estaba toda mi familia viéndome, pero cuando subí al ring, se olvidó todo”, recuerda. Desde ese primer torneo, donde ganó su primera pelea, hasta hoy, Evelyn ha logrado mantener su invicto, y esa sensación de levantar la mano en señal de victoria es lo que la impulsa a seguir entrenando con más ganas cada día. “Vale todo lo que entrenas”, dice con una sonrisa.
Lo que la motiva es más que solo las victorias en el ring. El apoyo de su familia es lo que ha hecho posible que Evelyn logre todo lo que ha alcanzado. “Sin mi familia no creería que podría ni siquiera haber competido”, asegura. Juntos, han encontrado maneras de recaudar fondos para poder costear los gastos de las competiciones. La feria de pollos, una idea que surgió de su papá, se ha convertido en una tradición familiar que permite a Evelyn seguir persiguiendo sus sueños, a pesar de las dificultades financieras.
Evelyn también tiene claro lo que quiere para el futuro. Este año, su meta es debutar como semiprofesional y seguir buscando sponsors que ayuden a financiar sus gastos. “Mi sueño es poder participar en más torneos nacionales e internacionales, y llegar a clasificar al mundial de kickboxing”, dice con esperanza, inspirada por sus compañeras de equipo que ya han logrado ese objetivo. “Si ellas pueden, yo también puedo”, reflexiona, convencida de que el esfuerzo y la dedicación son las claves para alcanzar cualquier meta.
Su historia es un testimonio de superación. Hace dos años, Evelyn no se imaginaba compitiendo en kickboxing. A los 13 años, enfrentaba problemas personales y alimenticios, pero encontró en este deporte una forma de reinventarse. “Entrenar te cambia la vida, es hermoso”, dice, con una mirada llena de gratitud por todo lo que ha logrado hasta ahora.
El mensaje de Evelyn es claro: “Si les gusta algún deporte o sueñan con alcanzar alguna meta, que se aferren a eso y trabajen todos los días. Las cosas no son fáciles, pero con esfuerzo se puede conseguir todo lo que uno se proponga”. Y en su caso, su pasión por el kickboxing y el apoyo incondicional de su familia la han llevado a transformar su vida, a enfrentar desafíos con valentía y a seguir luchando por alcanzar nuevas metas.