04 de agosto 2025, 14:43hs
Carmen Palomino
Comodoro Rivadavia – El histórico predio donde funciona la feria conocida como La Saladita, ubicada en cercanías de una escuela en zona sur de la ciudad, podría dejar de operar en su ubicación actual. El Secretario de Control Operativo, Miguel Gómez, confirmó que el municipio evalúa reubicar la feria por motivos de seguridad, higiene y ordenamiento urbano, tras mantener reuniones con los propios feriantes.
“La intención del intendente es mejorar las condiciones tanto para quienes trabajan en la feria como para los vecinos y vecinas de la zona. El predio actual presenta algunas complicaciones, sobre todo por su cercanía a un establecimiento educativo”, explicó Gómez en diálogo con FM La Petrolera.
Los feriantes, por su parte, manifestaron disposición a trasladarse, siempre que se les garantice un espacio acorde y con condiciones mínimas de infraestructura.
En paralelo, el municipio intervino recientemente ante una situación que generó alarma: un grupo de personas comenzó a limpiar un terreno municipal en zona norte para instalar allí una nueva feria sin autorización formal. Según indicó Gómez, se trataba de casi 20 feriantes que aseguran haber recibido un compromiso verbal para usar ese espacio.
“Se les advirtió que no podían ocupar el terreno sin autorización. Sin embargo, luego de una intervención junto a la vecinal y con buena predisposición, se acordó que presentarán una propuesta formal al Municipio”, precisó el funcionario.
El caso de La Saladita y la demanda de ferias en otros sectores de la ciudad revela un fenómeno que crece: la necesidad de espacios dignos para la economía informal. Desde el Municipio sostienen que el objetivo no es desalojar, sino ordenar, brindando lugares adecuados para que feriantes puedan trabajar con condiciones mínimas de salubridad y seguridad.
Además, se analiza cómo estas ferias impactan en el entorno barrial, tanto desde el punto de vista comercial como social, y cómo integrarlas en la planificación urbana.
La Saladita de Comodoro ha sido, durante años, un punto clave para el comercio popular, con una gran variedad de puestos, desde ropa hasta artículos usados. Su reubicación plantea desafíos logísticos, pero también puede ser una oportunidad para formalizar espacios que generan ingresos para cientos de familias.
Desde el Municipio se evalúan terrenos alternativos y se espera avanzar en un esquema de diálogo con los referentes del sector para consensuar una solución sostenible.